Javier Barbado. Madrid
La demanda de cirugía por obesidad mórbida en consultas privadas como las del Hospital Virgen de la Paloma de Madrid ha bajado ligeramente en los últimos tres años con motivo de la crisis económica mientras se mantiene el número de consultas por esta patología, que en este centro se opera desde hace diez años, según ha explicado a Publicación de Sanidad Privada el cirujano Carlos Durán, quien llegará a finales de año a las 800 intervenciones de esta índole.
Carlos Durán Escribano, cirujano en el Hospital Virgen de la Paloma.
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A la hora de dilucidar la indicación quirúrgica de la persona obesa, el equipo médico ha de llevar a cabo un protocolo que explore las características del enfermo. En el Virgen de la Paloma, de acuerdo con Durán, el paciente es recibido en primera instancia por el propio cirujano, quien lleva a cabo la primera valoración: “Hemos de fijarnos en la edad, el grado de obesidad y la existencia o no de enfermedades asociadas”.
A partir de esas observaciones, se procede a decidir si procede practicar la denominada cirugía restrictiva o la malabsortiva. La primera –siempre según Durán–, que suele referirse a una gastrectomía tubular, es adecuada en pacientes jóvenes con obesidad mórbida no muy severa, así como en enfermos con otras patologías que incrementen el riesgo quirúrgico (cirrosis, cardiopatías, cirugía abdominal previa…).
En el caso de la segunda, el by-pass gástrico, resulta apropiado para obesidad mórbida avanzada en especial en pacientes con diabetes mellitus. Existe asimismo una tercera posibilidad, el llamado marcapasos gástrico (ability), que ayuda a controlar la sensación de saciedad y se prescribe a adolescentes o en pacientes que rechazan la cirugía por razones médicas o de otro tipo.
En el Virgen de la Paloma, hay un equipo de tres cirujanos, incluido el entrevistado, que une su labor a la de la Unidad Cardiovascular y la Unidad de Psicología, que también intervienen en el asesoramiento y valoración de cada caso clínico. Una vez tomada la decisión de operar, el paciente es sometido a diversas pruebas complementarias como el control preanestésico, la gastroscopia, la ecografía abdominal y una analítica completa, entre otras. |